Cien son cien los chicos y chicas de ZP, o sea, los ciudadanos seleccionados para zumbarle la badana al presidente en riguroso directo y a éste no le salvan ni las fichas breves que le ha preparado su equipo ni las horas de estudio que se ha tirado, de tapadillo, en el váter del Congreso.
Sostiene horas antes, por su parte, Lorenzo 'No Le Llega La Corbata Al Cuello' Milá que resulta prácticamente imposible prepararse las respuestas para el aluvión de preguntas de este macrotercer grado en el ala oeste de La Moncloa.
ZP cuece, pero no enriquece en materia de economía.
Esto no es el toreo de salón del Congreso, amigo. Aquí se la juega uno en la hora de la verdad. En 'Tengo una pregunta para usted' es donde se ve darlo todo a los grandes maestros. Y hoy ZP no da la talla. Ni a base de inyecciones de optimismo da el pego este presidente interrogado.
No está esta España para reírle a este tío sus lapsus con el precio del café, desde luego. Esta es otra España.
No está esta España para reírle a este tío sus lapsus con el precio del café, desde luego. Esta es otra España.
La España real y al borde del desempleo.
La España borde y cabreada que hace cola en el Inem.
La España que, según un ciudadano, no se merece un presidente que mienta sobre el pleno empleo cuando pinta en bastos.
La España de los antipatriotas que vaticinaron una crisis anunciada.
La España que vapulea a los presidentes que, con la que está cayendo, tienen encima la desfachatez de acudir a la tele a demostrar lo que han aprendido con sus fichitas. Qué país.
"La economía no es sólo dinero sino un estado de ánimo", deja caer el siempre optimista ZP en un momento del programa. Manda 'webs'. ¿Lo lleva memorizado? Eso sí que no se improvisa. Es el más difícil todavía televisivo. Soltar este tipo de sentencias y aguantarse la risa.
¡Por favor! ZP en la pista central de un circo llamado TVE, cual Ángel Cristo rodeado por cien feroces leones en crisis, con cinco parados incluidos. Metáfora de un país que hoy sólo tiene preguntas, pero no recibe ninguna respuesta de su mandamás. Y así se queda. "Con un tercio de lo que gana usted, yo vivo", le dice un joven dedicado a la construcción.